Pablo Romero Montesino-Espartero

Pablo Romero Montesino-Espartero
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Camarote desde donde fueron escritas algunas de estas cartas-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Con este blog pretendo ir recopilando las cartas escritas por mi hermano Pablo Romero M-E, dirigidas a la familia, durante sus primeros años de navegación tras terminar su carrera de Marino Mercante allá por el final de la década de los años cincuenta, principio de los sesenta-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------.

viernes, 27 de mayo de 2016

LA REVANCHA

Autor:
Pablo Romero Montesino-Espartero
  
De la película "Rebelión a bordo"
 



Carta nº 74
Amberes, Enero de 1970

 

Hemos llegado a Amberes, y en el muelle nos estaba esperando el relevo de todos y cada uno de los que habíamos participado en la “rebelión” en Puerto Chicama. Al poderoso Lauro no le había sentado nada bien el que un grupito de orgullosos españoles, dejáramos tirado a su representante en un perdido puerto de la costa peruana.

Fue una despedida triste por dejar tan buenos compañeros y amigos, pero también alegre por haberle dado una lección a la única persona que a bordo no supo mantenerse en su lugar en ciertas circunstancias. Tuvimos una cena de despedida en un estupendo restaurante de Amberes, los que ya no volveríamos a coincidir nunca más en un mismo barco y del que cada uno de nosotros se llevaba recuerdos imborrables.

Ganamos una batalla, pero como siempre sucede, el más fuerte acaba ganando la guerra, aunque no le asista la razón.

Habíamos llevado a cabo un viaje difícil, descargando con los puntales y pluma del barco, gran parte de la maquinaria de gran tonelaje de difícil manejo y que los estibadores peruanos habrían destrozado, de no haber intervenido nosotros a petición del fletador Lauro.

Formamos un equipo de profesionales jóvenes, alegres, trabajadores y unidos en todas las acciones, a bordo y en tierra, respetando siempre el rango de cada cual. Una tripulación que dejó un buen cartel en todos los puertos del Pacífico Sur y del que autoridades y gente común en Polonia, quedó asombrada de nuestra solidaridad en los veinte días que duró nuestra descarga en el puerto de Gdynia, especialmente viendo como celebramos la Navidad a bordo, en un comedor engalanado con las banderas de Polonia, Italia, Yugoslavia, Ecuador, España y la del pabellón de nuestro barco, Panamá, en una mesa corrida, en la que nos sentamos todos, desde el Capitán hasta el último marmitón de la cocina incluido un polizón.

 El “Alacrity” tampoco defraudó batiéndose en los temporales con la valentía y resistencia de los buenos barcos marineros, y cuando a bordo del taxí que me llevó al aeropuerto vi por última vez su atípica proa “Mayer” ,sentí que con él dejaba una parte de mi “hogar”.

Pablo.