Pablo Romero Montesino-Espartero

Pablo Romero Montesino-Espartero
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Camarote desde donde fueron escritas algunas de estas cartas-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Con este blog pretendo ir recopilando las cartas escritas por mi hermano Pablo Romero M-E, dirigidas a la familia, durante sus primeros años de navegación tras terminar su carrera de Marino Mercante allá por el final de la década de los años cincuenta, principio de los sesenta-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------.

miércoles, 23 de abril de 2014

DE UNA CARTA FAMILIAR

Autor:
Pablo Romero Montesino.Espartero
 
 
 
Viaje del Congo a Francia, Abril de 1963
 
Carta nº 38 
    

    Hace cinco días que dejamos atrás las costas congoleñas y aún nos encontramos cruzando el Golfo de Guinea y a unos siete días de Sierra Leona. Tenemos exactamente un grado de latitud norte. Los días se suceden uno tras otro con una ligerísima brisa casi imperceptible, que no llega siquiera a rizar la mar. Cinco días sin ver un solo barco en una soledad que te hace recapacitar sobre muchas cosas de la vida.

    Ayer nos visitaron  cientos de mariposas de los más exóticos colores, arrastradas sin duda por la brisa del nordeste-el Alisio-. Parece mentira que puedan llegar hasta nosotros vivas, después de volar más de seiscientas millas marinas.

    Esta tarde nos cruzó la proa un banco enorme de bonitos, que convirtieron la mar en agua en ebullición. Por espacio de media hora nos amenizaron con sus saltos, encendiendo sus lomos brillantes al darles el sol en su piel mojada. De haber llevado calados los aparejos habríamos hecho buenas capturas para el cocinero.

    Durante mi guardia me subo al puente alto y me ducho con una manguera de agua salada, dejándome secar por la deliciosa brisa, hasta que mi piel se queda salpicada de salitre. Miro a mi alrededor y pienso que el sol que me baña, solo a mi lo hace en sabe Dios cuantos miles de kilómetros cuadrados de Océano Atlántico. Al atardecer me voy a proa a contemplar la puesta de sol. Echo una pierna por babor, la otra por estribor y agarrado al torrotito me dejo mecer por las suaves cabezadas del barco, mientras mi vista se pierde en el inalcanzable horizonte. No se oye más ruido que el del agua al ser cortada por la proa de nuestro Navidad.

    Cada día que pasa, como llevamos rumbo casi oeste, el sol se retrasa en su ocaso casi quince minutos, lo cual quiere decir que mañana ya no podré disfrutar de él, pues a las ocho debo estar en la cama.

    Hoy hemos pasado junto a un gran pesquero ruso parado en espera posiblemente de calar sus redes. Había en cubierta gran número de “socialistas rojos”. Lo de rojos es por el color de la piel, todos están quemados por el implacable sol del trópico y deben estar sufriendo lo suyo.

    A propósito de Rusia. El Capitán que es un genovés socialista convencido, y que a lo largo de sus treinta años de navegaciones ya no le queda rincón del mundo por conocer, ha estado en varios puertos rusos en diversas ocasiones y cuenta cosas interesantísimas sobre los países del “telón de acero”. Dice que el comunismo es el cáncer de la sociedad. Me gusta oírle hablar de la democracia y del socialismo, pero de cuanto me cuenta lo que más me entusiasma son las anécdotas de sus viajes y sus vivencias durante la Segunda Guerra Mundial a bordo de un petrolero. Cada vez que salían a la mar camino de Trípoli desde el sur de Italia, tenían la convicción de que les atacarían los submarinos ingleses y que eran los partisanos italianos los que informaban a los aliados del rumbo de cada convoy.

    Siente gran simpatía por España pero no por su gobierno. Os transcribo uno de sus pensamientos que me ha hecho leer:

    “El hombre debe ser libre y saber administrar esa libertad, pues en ella se basa la grandeza y el desarrollo de un país. Todo Gobierno que se tenga por tal, debe preocuparse primordialmente por la enseñanza y educación del pueblo ya que estos son los verdaderos caminos que conducen a la libertad de pensamiento e ideas. Sin la iniciativa privada jamás prosperará el nivel de vida de una nación” De esto último Rusia es un buen ejemplo, según él.

    Nos encontramos a 100 millas de Dakar en donde entraremos mañana. Nos hemos hecho 2.300 millas desde Pointe Noire (Congo) y nos quedan otras 2.500 millas para terminar nuestro viaje en Le Boucau.
 
Pablo
         

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